viernes, 9 de marzo de 2012

Mujeres de pájaros

eran azules las hojas de los árboles
azul el sol de la ventana
azules las horas estancadas en los ojos

habíamos dejado crecer el infinito y ahora
metamorfoseados en pájaros
con alas que nos sacaban a empujones

ella me dijo una vez:
de la palabra al cielo hay un instante
un minuto imborrable y eterno

entonces no quisimos volver a tener nombre
y dimos luz entre las sombras

azul una piel sobre la otra
una sílaba húmeda en la oreja
azul el pacto en la sangre del otro

entonces supimos que era cierto
Quie busca lo que non pierde,
lo que tien´deve perder.



Arcipestre de Hita.

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